jueves, 9 de diciembre de 2010

Quedan los programas


La mayoría de los programas nacen, viven y mueren con los mismos conductores, básicamente por la fuerte identificación entre ambos. Y por ello las excepciones son tan notorias. Son ciclos que por su formato o contenido han sellado un código de entendimiento independiente con el espectador.
Cuestión de peso es un caso: estuvo al aire durante tres temporadas con Andrea Politti en el comando, y cuando este año se definió su vuelta, el mayor desafío de la producción era volver a contar con sus servicios. Era ella “la cara” del ciclo, la que le había encontrado el timing, la que había encabezado la cruzada por lograr la ley de obesidad.
Pese a los esfuerzos, la respuesta fue “no”, y Claribel Medina fue la nueva elegida. Sin embargo, bastaron pocos programas para que el pulgar se levante y para que el televidente reconociera que aquí lo importante es el formato, esté quien esté.
Del mismo modo sucede con TVR, un ciclo que ya supera la década en pantalla y que en 2011 estrenará su cuarta dupla de conducción, con Pablo Rago como nueva adquisición. Se trata de una propuesta, cuya esencia, dinámica y tono no cambia, esté quien esté.
A su vez, el dúo Granata/Cabak que reemplazará la dupla Prandi/ “el Pelado” en Zapping para pasar el verano, es un claro mensaje: nadie es imprescindible.
El reality en el que un grupo de obesos intenta cambiar su calidad de vida camina con cualquier chofer. El ácido programa de archivo de Canal 9 se hace solo a pesar de los límites de quien esté al frente. Y el otro ciclo de archivo, el de Telefe, se aferra al material producido en otros espacios televisivos y allí deposita su riqueza.
Fuera de las figuras que se paran en el centro a la espera de una estructura que los decore, en estos casos, los conductores pasan, y quedan los programas.

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